Algunos pobladores del archipiélago de Trinidad y Tobago están molestos por el alto costo que cancelarán por el espectáculo que la cantante Beyoncé realizará el 18 de febrero.

La razón es que este es solo dos días después de que la República celebre los carnavales que duran dos jornadas y artistas y promotores que van a actuar en las fiestas se unieron para reclamar al Gobierno que cancele un concierto que costará 30 millones de dólares.

A su juicio, toda esa cantidad de dinero debería destinarse a organizar los carnavales, mientras que el gobierno recortó los fondos destinados a promocionar ese periodo de fiestas.

"No tenemos nada contra Beyoncé, simplemente creemos que es una insensatez traerla en esas fechas", declaró el portavoz de la campaña contra la artista.

Según informó Music News, llevar a Beyoncé no sólo supondrá un altísimo costo para las arcas de Trinidad y Tobago, sino que además provocará que menos gente acuda a los carnavales y que se destine menos dinero a los mismos, lo que afectará a toda esa gente que depende de las fiestas para ganar algo de dinero.

Esta es la segunda polémica del año, ya que la primera semana de enero fue criticada por haberle ofrecido un concierto privado al hijo del líder libio Muammar al-Gaddafi.